En la entrada de hoy voy a introducir un poco otro de los accesos vasculares de elección para realizar la hemodiálisis: el Catéter Venoso Central (CVC).
He de decir antes que, si algo despierta gran interés en mí, son los accesos vasculares, porque creo que tienen su parte de «arte»: arte en realizar una fístula excelente (reconociendo, por supuesto, que dependemos del árbol vascular del paciente), arte en puncionar esa FAVI nueva y, por qué no, creo que tiene arte hasta cuidar y curar un orificio de salida de un CVC. Es por esto soy tan pesada con ellos… ¡son la conexión de las personas en diálisis a la máquina y el cuidado ha de ser exquisito!
Cada vez vemos más y más catéteres en las salas de hemodiálisis a pesar de que la fístula siempre es el acceso de primera elección, ¿por qué? porque cada vez hay una mayor esperanza de vida y por ello cada vez pacientes más ancianos, con los vasos más dañados por calcificaciones, diabetes etc. Otras veces nos encontramos con pacientes que ya llevan años en hemodiálisis, a los cuales se les ha realizado cantidad de FAVIS y prótesis y, al quedarnos sin territorio vascular para continuar haciendo más, tenemos que acudir finalmente al catéter.
Así que, como os decía, voy a explicaros brevemente qué es un catéter venoso central y cómo podríamos clasificarlos, del mismo modo que hice respecto a las FAVIs. Vamos a ello.
¿Qué es un catéter venoso central (CVC)? es un tubo que se introduce mediante una incisión en el cuello o ingle (comúnmente) en una vena principal con el fin de extraer un gran volumen de sangre para dializar y, una vez limpia, devolver por el mismo. Para poder extraer y devolver la sangre simultáneamente, ese tubo dispone de 2 luces por las que circulará la sangre. También existen catéteres que tienen esas 2 luces independientes, vamos, que serían como 2 tubos gemelos. Y aún más tipos! luego os cuento…
Mientras que la fístula hay que pincharla en cada tratamiento -y una vez termina éste se retiran las agujas-, el catéter permanece insertado durante días e incluso meses o años. Esta duración viene determinada por la técnica de inserción (a su vez definida por el tiempo previsto de tratamiento), por si es preciso cambiarlo por alguna incidencia o si la colocación es de urgencia. Podemos distinguir 2 tipos:
- Catéter venoso central temporal: se introduce en la vena central directamente mediante una incisión. Se colocan en situación de urgencia o si el tratamiento no excederá las 2-4 semanas. Es habitual utilizar la vena femoral por ser más sencillo su acceso. Tienen un gran riesgo de infección y de que ésta se disemine a nivel general.
- Catéter venoso central tunelizado permanente: se realiza un túnel subcutáneo por el cual se conduce el catéter hasta introducirse en la vena central. El catéter posee dos esponjillas a la altura en la que se dispone en dicho túnel que, por un lado producen una reacción que hace que el catéter se ancle y por otra tiene acción de barrera contra infecciones. Se coloca para tratamientos de una duración superior a 1 mes. Usualmente se emplea la vena yugular. Lógicamente, el riesgo de infecciones o de que se descoloque es mucho menor.
Clasificación de los CVC
•Según las luces: pueden ser de doble luz (doble «O», coaxiales, arriñonadas, doble «D»…) o gemelos, que son de una única luz y se ponen 2 (palindrómico).
•Según el material: silicona, polivinilo, polietileno… o poliuretano, el más recomendable en la actualidad por presentar una menor adherencia a determinados microorganismos.
•Según el grosor.
•Según las puntas terminales: en punta, con orificios laterales… o terminaciones simétricas gemelas invertidas (en palindrómicos).
•Según la longitud: la suficiente para evitar problemas dependiendo del lugar de colocación.
•Según los prolongadores: pueden ser en «Y», rectos, curvos…
Para finalizar, explicaros por qué el catéter venoso central es el último cartucho frente a la FAVI o la prótesis: mayor riesgo de infecciones y la implicación de grandes vasos que, de sufrir alguna complicación, pueden acarrear problemas más graves.
Y por cierto, para ducharse es un rollo porque no debe mojarse. Que todo cuenta.